Butaca Sacco de Gatti, Paolini y Teodoro (1968)

Su original diseño, anatómico y confortable, es un ejemplo de innovación formal.

Cuando en 1968 los arquitectos Gatti, Paolini y Teodoro presentaron su butaca Sacco a Aurelio Zanotta, éste supo en seguida captar el ingenio y la originalidad del peculiar asiento. Sus creadores trabajaron juntos desde 1965 -Paolini moría en 1983- y desde su estudio de Turín trabajaban en arquitectura, decoración, diseño industrial, diseño urbanístico, fotografía o diseño gráfico entre otros campos. Sus proyectos han sido ampliamente reconocidos en exposiciones y publicaciones, pero la Sacco es su pieza más emblemática, una creación que les llevó a ganar importantes premios y a estar representados en museos como el Victoria & Albert de Londres, el MOMA de Nueva York o el Museo de Artes Decorativas de París.
Con 68 centímetros de altura, este asiento, anatómico y en forma de pera, supuso en el momento de su aparición una revolucionaria propuesta y una nueva forma de plantear el mobiliario y la vida en el hogar. Frente a la rigidez y la normalidad imperantes, la butaca Sacco ofrecía un concepto totalmente diferente y dinámico, que se adaptaba a todos los tipos de fisonomía y también a todos los movimientos del cuerpo gracias a un relleno de multitud de bolas de poliestireno altamente resistentes.
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